Torre Bicentenario

México es el único país del mundo que conmemora en el mismo año (2010) el bicentenario de su Independencia y el centenario de su Revolución. Para celebrar este hito, se iba a erigir una torre en los alrededores del Parque de Chapultepec, en Ciudad de México. Debía convertirse en un icono, el edificio más alto de América Latina, ofreciendo a la ciudad y a la nación un símbolo para recordar las celebraciones del bicentenario y un nuevo elemento importante en la vida urbana de la ciudad. Rem Koolhaas fue elegido para diseñar este icono y nosotros fuimos invitados a actuar como socios locales, participando también en el proceso de diseño. La Torre Bicentenario debía proporcionar un espacio de oficinas de primera clase para la Ciudad de México junto con servicios públicos -un vestíbulo, un centro de convenciones, tiendas y restaurantes- para las comunidades circundantes y los visitantes del Parque de Chapultepec. Desde el punto de vista conceptual, el edificio está formado por el apilamiento de dos formas piramidales que recuerdan a las típicas de los templos prehispánicos mexicanos, formas familiares e inesperadas, históricas pero también visionarias. Los programas de oficinas se dispersaron por los distintos niveles de la torre, mientras que los programas públicos se situaron en el punto de encuentro de las dos pirámides. Se creó un atrio para aportar luz a los espacios interiores de los planos de las oficinas, aprovechando las vistas hacia el parque y la ciudad.

El proyecto adquirió cierta notoriedad debido en parte a su controvertida ubicación, convirtiéndose durante un tiempo en el centro del discurso, la agenda y el debate político de la ciudad.