Border City

Borde City es una visión para un nuevo desarrollo binacional y una respuesta proactiva a la creciente urbanización a lo largo de una de las fronteras más importantes del mundo, la de EE.UU. y México, donde los estados fronterizos albergan ya a más de 100 millones de personas. La propuesta llega en un momento especialmente oportuno en el que las cuestiones de la inmigración, el control de las fronteras y el libre comercio se están debatiendo en todo el mundo, a menudo en términos provocativos e incendiarios.

El concepto de FR-EE imagina una nueva condición urbana-fronteriza positiva -sustentada en principios sostenibles, espacios abiertos y conceptos de ciudad inteligente- que puede ser un laboratorio para el desarrollo binacional en el siglo XXI. Border City es el primer plan maestro integrado para una ciudad binacional que favorezca a ambos lados de la frontera, empleando herramientas como las zonas económicas especiales para argumentar su viabilidad. Este nuevo prototipo urbano, de planta hexagonal, adopta la sostenibilidad económica, social, cultural y medioambiental como activos urbanos y principios organizadores del diseño de la propuesta.

Para dar forma física al concepto, la propuesta se sitúa en los tres estados fronterizos de Nuevo México, Texas y Chihuahua. La finalización del nuevo puerto interior de Santa Teresa, la autopista I-10 que conecta las costas este y oeste, los siete pasos fronterizos existentes en la zona y un nuevo proyecto piloto de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de EE.UU. por el que los funcionarios despacharán la carga antes de que salga de las plantas de fabricación, representan una extraordinaria oportunidad para la innovación en todos los niveles de la cadena de suministro internacional.

Un eje internacional principal es una espina dorsal para el desarrollo urbano, y una nueva conexión con el puerto interior de Santa Teresa establece un eje industrial entre ambos países. La ciudad se expande radialmente para conectar las comunidades a través de rutas centrales de transporte que crean conexiones hexagonales entre las calles radiales para optimizar las distancias. Se crean nodos adicionales para conformar la ciudad policéntrica con múltiples núcleos de actividad, incluyendo centros de investigación, educativos y sanitarios. Para fomentar los desplazamientos a pie y la conectividad, todos los residentes se encuentran a menos de 8 minutos a pie de las estaciones de transporte. Posteriormente, la arquitectura de las calles se diseña para un enfriamiento natural con vegetación local y calles estrechas para fomentar un sentido de comunidad, actividad y carácter en los distintos barrios. Border City se presentó en la London Design Biennale 2016.